Martiderm es una marca dermocosmética española cuya historia comenzó a escribirse en 1952 cuando el Laboratorio Martí Tor, antigua farmacia, inició un proceso de investigación y desarrollo de formulaciones dermatológicas de prescripción personalizada que contenían una alta concentración de principios activos. Los principales valores rectores de esta marca son el rigor, la innovación y la eficacia de sus productos, así como la transparencia en la presentación de las fórmulas. Pretende ser la marca preferida de dermatólogos, farmacéuticos y consumidores, estando a la vanguardia en el cuidado de la piel a nivel mundial.